Hoy volví.
Volví a tocar cada una de las partes de tu cuerpo con la yemas de mis dedos ya vacías de inseguridad.
Hoy te volví.
Te volví a rozar lo blanco y también lo más negro. Aclarando y oscureciendo cada pedazo de "tú" según lo pedía la piel.
Hoy me volví.
Me volví a cortar respiros y arrancarme suspiros con los tuyos. Hoy me uní a tu ritmo que me empuja y me endulza según se empaña el cristal. Hoy entrecorté de nuevo el bombardeo.
Hoy volvimos a hablar con la piel y menos mal; quizás si charláramos más no llegaríamos a las manos.
Hoy volvimos a conseguir levantar el vello y bajar después los pies al ritmo de los pedales.
Hoy mi piano me volvió a recordar a ti.
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